Desde las escuelas intentamos conseguir la verdadera INCLUSIÓN, pero ¿En nuestros parques es
posible llevar a cabo este ideal?
Una de nuestras labores como maestros es la de que nuestros
alumnos tengan un desarrollo integral pleno. Es decir que nos preocupamos
porque adquieran aprendizajes para su vida que les permitan tener la mejor
calidad de vida en un futuro. Pero una persona y por tanto su desarrollo
también tiene un ámbito muy importante al que nosotros los profesionales no
olvidamos y es el desarrollo social. Por ello desde el colegio el mayor espacio
de socialización que tenemos es la hora del recreo y donde ponemos en práctica
un programa de patios donde organizamos juegos y ponemos a disposición de los
alumnos materiales para realizar diferentes actividades. En ellas todos pueden
participar indiferentemente de sus características personales y pueden poner en
práctica o aprendan habilidades sociales.
Pero fuera del horario escolar los niños emplean muchas horas al día en el parque jugando y sociabilizandose con los demás. Y cierto es que el diseño de los columpios y el desarrollo de las áreas lúdicas en los parques ha evolucionado en los ultimos años pensando en la comodidad y el desarrollo de los niños.
Esta entrada hace que nos planteemos una reflexión:
No hay comentarios:
Publicar un comentario